Seguro de inquilino: 3 motivos por los que te interesa tenerlo

El seguro de inquilino cubre tus muebles y posesiones, te protege ante reclamaciones por daños a terceros y te defiende legalmente ante tu casero
El seguro de inquilino es una póliza de hogar que cubre el contenido y la responsabilidad civil de los ocupantes de la vivienda

Al comprar una vivienda, ya sea con o sin hipoteca, el nuevo propietario suele contratar un seguro de hogar para proteger su inversión inmobiliaria ante imprevistos. El seguro de inquilino, sin embargo, es más desconocido.

Al alquilar un piso, son muchos los arrendatarios que creen que es innecesario hacer un seguro de hogar porque ya están cubiertos por la póliza del casero. ¡Error!

Las coberturas del seguro de hogar contratado por el arrendador están pensadas para proteger la propiedad y los intereses del propietario, no a los inquilinos o sus pertenencias.

En este artículo te damos tres buenas razones por las que te puede interesar contratar un seguro de inquilino para tu hogar cuando vives de alquiler.

1. El seguro de hogar del casero no cubre tus bienes

Cuando una vivienda se destina a alquiler, hay dos tipos de seguro de hogar que suelen contratarse. Por un lado, el propietario contrata una póliza en su beneficio que protege únicamente el continente, es decir, la estructura y elementos fijos de la casa o apartamento (paredes, suelos, ventanas, instalación eléctrica…).

El seguro del casero, por lo tanto, no se hace cargo de los daños al contenido. Para eso está el seguro de inquilino, que protege tus pertenencias (muebles, ropa, aparatos electrónicos, electrodomésticos, recuerdos y objetos de valor…).

Un ejemplo vale más que mil palabras: «Imagínate que hay una tormenta, tienes un televisor que es de tu propiedad en el domicilio donde vives de alquiler y se estropea: no puedes acudir al seguro de tu casero para que te lo cubra», explica Chus Velo, especialista en seguros de hogar de Cosnor.

Si, por ejemplo, la vivienda se alquila equipada y amueblada, lo habitual es que el casero incluya en su póliza los electrodomésticos y muebles que son de su propiedad. Sin embargo, esto no tiene por qué ser necesariamente así.

En el contrato de alquiler debe estar estipulado en detalle qué daños son responsabilidad del casero y cuáles del inquilino. Asegúrate de comprobarlo en detalle para no llevarte sorpresas si, por ejemplo, se rompe la lavadora y el seguro del casero no cubre la reparación.

El seguro de inquilino es una póliza flexible que, como mínimo, suele incluir los costes de reparación o indemnización en caso de robo, incendio, daños por agua… y las coberturas que quieras añadir.

«Una cobertura muy interesante son las asistencias urgentes que normalmente sacuden el bolsillo: Si un domingo se te queda la puerta cerrada y no puedes acceder a tu vivienda, no puedes llamar a tu casero, y lo que te va a cobrar un cerrajero probablemente sea el precio de un seguro de inquilino de todo un año», apunta Velo.

2. La responsabilidad civil del casero no se extiende a ti

Además de cubrir los costes de los daños que pueda sufrir la vivienda y tus pertenencias, el seguro de hogar también paga los daños causados por ti a terceros: es la cobertura de responsabilidad civil.

Sin embargo, la responsabilidad civil del inquilino no está incluida en el seguro de hogar del casero. Por ejemplo, si se rompe una tubería en la vivienda e inunda el piso de abajo, lo cubre el seguro de hogar del propietario.

Pero si se te cae una maceta por la ventana, rompe el toldo del bar de abajo e hiere a un peatón, la responsabilidad de pagar por la reparación de la cubierta y las heridas de la víctima es tuya. Si no tienes un seguro de inquilino, deberás abonar los gastos de tu bolsillo.

La cobertura de responsabilidad civil del seguro de inquilino tiene otra ventaja muy importante: te protege también frente a tu casero en caso de que, por un descuido o accidente, provoques desperfectos en la vivienda de alquiler.

El seguro de inquilino te defiende en las disputas con tu casero

Recordemos que, como inquilino, eres responsable de mantener la vivienda en buen estado y devolverla en las mismas condiciones al final del contrato de alquiler:

«El arrendatario es responsable del deterioro o pérdida que tuviere la cosa arrendada, a no ser que pruebe haberse ocasionado sin culpa suya. […] El arrendatario es responsable del deterioro causado por las personas de su casa». Artículos 1563 y 1564 del Código Civil

Un ejemplo común que nos encontramos en la correduría: te dejas el grifo abierto y, cuando vuelves a casa, hay una pequeña (o gran) inundación que llega hasta el salón y ha estropeado el suelo de tarima.

En principio, el suelo es parte del continente, la reparación debería correr a cargo del seguro del casero. Pero no, porque la causa del siniestro ha sido tu descuido, por lo que tu casero te puede reclamar los daños. En ese caso, el seguro de inquilino se hace cargo de la factura.

3. Protección jurídica frente al casero

Por último, pero no menos importante, hablemos de la protección jurídica que brinda el seguro de inquilino. Al contratar la póliza, tienes a tu disposición un equipo de abogados a los que puedes acudir para todo tipo de cuestiones relacionadas con tu alquiler.

El seguro de inquilino ofrece «asistencia jurídica en multitud de situaciones en las que puedas incurrir tú, tu familia e incluso las mascotas; también frente al casero si, por ejemplo, existen cláusulas abusivas en el contrato de alquiler», apunta Chus Velo.

La protección jurídica del seguro de inquilino es especialmente interesante cuando surgen conflictos con el casero. Se encargará de reclamar por ti, vía amistosa o judicial, si el casero te reclama el pago de gastos indebidos, sube el alquiler sin avisar o por encima de los límites legales, se niega a devolverte la fianza de forma injustificada…

También te protege en conflictos con terceros: si tu caniche muerde al hijo del vecino, la compañía eléctrica te pasa facturas erróneas o el carpintero ha hecho una chapuza en el dormitorio, el seguro de inquilino se encarga de gestionar las reclamaciones por ti y de los gastos de defensa legal, llegado el caso.

Recuerda que, al contrario que el seguro de hogar tradicional, puedes mantener el seguro de inquilino si te mudas a otra vivienda. Simplemente se actualiza la dirección en la póliza, y listo.

Si vives de alquiler y quieres saber más sobre el seguro de hogar para inquilinos, en Cosnor Seguros te asesoramos sin compromiso.

 

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