Puede parecer que el dueño de una panadería de barrio y el director ejecutivo de un gran banco internacional tienen poco en común. Sin embargo, una mala decisión empresarial puede llevar a ambos a vaciar sus ahorros, perder sus propiedades y endeudarse. El seguro D&O es una póliza que cubre la responsabilidad civil de directivos, administradores y consejeros de empresas cuando se enfrentan a demandas por daños y perjuicios ocasionados por errores, negligencias u omisiones en la gestión.
Aunque la empresa tiene personalidad jurídica propia, los ejecutivos comparten la responsabilidad por la toma de decisiones. Si no cuentan con el respaldo de un seguro D&O, pueden tener que indemnizar de su bolsillo a empleados, accionistas, acreedores, instituciones públicas, clientes, proveedores…
Más allá de los errores contables o el incumplimiento de objetivos de negocio, los riesgos actuales están ligados a la inestabilidad geopolítica internacional, el auge y sofisticación de los ciberataques, y las regulaciones sobre protección de datos, responsabilidad medioambiental y relaciones laborales, entre otros.
Riesgos geopolíticos
Vivimos en una economía global con cadenas de suministro que se extienden por todo el mundo. El trigo que compra el panadero de barrio ya no viene del molino de su vecino, sino de los campos de Ucrania, un país en guerra.
La pandemia de COVID de 2020 llevó a numerosas empresas a declararse insolventes y a sus directivos a enfrentar reclamaciones de indemnización por las decisiones tomadas para navegar la crisis.
En los últimos meses, el proteccionismo arancelario del presidente estadounidense Donald Trump está generando una gran incertidumbre a nivel internacional que dificulta la toma de decisiones de negocio. La situación es particularmente problemática para directivos de empresas con alto volumen de exportaciones a EE.UU., que deben tomar decisiones cruciales que afectarán al futuro inmediato de la compañía, sus empleados, inversores, acreedores…
Riesgos cibernéticos
La ciberseguridad en empresas ya no es un riesgo emergente, sino un campo de batalla habitual para el que cada vez existen más herramientas, como los seguros de ciberseguridad. Sin embargo, este tipo de pólizas no cubren la responsabilidad personal de los directivos en la gestión de los incidentes cibernéticos.
La rapidez y efectividad con la que los responsables de la empresa reaccionan ante una brecha de seguridad digital, un ciberataque, una filtración de datos personales… Puede determinar la gravedad del daño causado a terceros.
Ante una actuación lenta o negligente en respuesta a un ciberataque, el seguro D&O protege el patrimonio personal del directivo responsable, asumiendo el coste de la defensa legal y las correspondientes indemnizaciones, sanciones o fianzas.
Riesgos de RSC
A pesar de la volatilidad de la geopolítica actual y la continua evolución de las amenazas cibernéticas, los mayores peligros a los que se enfrentan los líderes empresariales en 2025 están relacionados con la Responsabilidad Social Corporativa (RSC).
El incumplimiento de las nuevas normativas de RSC (sostenibilidad, protección de datos, diversidad e inclusión, registro horario obligatorio) es el problema más preocupante para el 24% de los directivos, según el informe Riesgos de la Dirección 2024 de la aseguradora Beazley.
Las posibles demandas de los trabajadores están a la cabeza de los riesgos para el 23%, y otro 20% cree que lo más preocupante es el daño que sus decisiones pueden causar a la reputación, el valor de marca y la confianza de los clientes.
Responsabilidad medioambiental
En los últimos años, han ido en aumento las demandas relacionadas con negligencias y fallos en la respuesta a incidentes climáticos. En España, el reciente ejemplo de la DANA de octubre de 2024 puso de relieve el impacto de las decisiones de altos cargos, en este caso políticos, a la hora de salvar vidas.
De igual manera, los directivos de empresas son responsables de implementar planes de prevención y mitigación de riesgos climáticos. Un jefe que no evacúe a sus trabajadores ante una amenaza climática, o no tome las medidas adecuadas de protección, puede enfrentarse a una demanda por negligencia.
Las pérdidas económicas de la empresa derivadas de una mala gestión de proyectos de sostenibilidad o de reducción de la huella de carbono también pueden recaer sobre el directivo responsable.
Responsabilidad social
La presión legislativa y de la opinión pública en materia de derechos laborales y LGBTI se refleja en la política corporativa: El 26% de los directivos tienen previsto revisar sus planes de diversidad e inclusión en 2025.
El seguro D&O para directivos está pensado, precisamente, para cubrir los gastos de defensa frente a las crecientes demandas laborales por la falta de diversidad en altos cargos, la opacidad de los salarios y compensaciones, injusticias en la contratación por el uso de IA, el incumplimiento de las jornadas laborales o del registro horario, negligencias en la prevención de riesgos laborales…
Responsabilidad de gobernanza
La corrupción sigue estando a la orden del día, con los delitos de apropiación indebida por uso de dinero de la empresa para fines personales como una de las contingencias más comunes.
Sin embargo, cada vez es más preocupante para los directivos la posibilidad de tener que pagar multas y sanciones por fallar a la hora de aplicar correctamente las nuevas regulaciones.
Si el panadero de barrio no registra bien las horas de trabajo de sus empleados, o el jefe de recursos humanos del banco no implementa correctamente el plan LGTBI de la compañía, ambos pueden enfrentarse a demandas personales.
Quién puede contratar un seguro D&O
El seguro D&O es una póliza pensada para defender legalmente y proteger el patrimonio personal de los directivos, administradores y consejeros de empresas de todos los tamaños. Pueden contratarlo los beneficiarios a título individual o la compañía como un beneficio retributivo para sus altos cargos.
La protección habitual del seguro D&O incluye dos vertientes fundamentales. Por un lado, la defensa jurídica del líder empresarial ante las demandas que pueda recibir a título personal por las decisiones tomadas durante el ejercicio de su cargo.
Por otro lado, el coste de las posibles indemnizaciones a terceros, ya sea frente a la propia empresa, socios comerciales, accionistas, empleados, clientes, proveedores, etc. Un buen seguro D&O cubre también el pago de fianzas, multas y sanciones. Algunas pólizas incluyen servicios de restitución de la reputación y otros complementos interesantes.
