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Viajar en la Unión Europea es casi como andar por casa. Una escapada de fin de semana a cualquier capital europea se ha vuelto tan fácil como una excursión en coche a la montaña o a la playa.
La cercanía y facilidad de movimiento en el espacio europeo hace que algunos viajeros bajen la guardia y que incluso nos preguntemos si realmente vale la pena contratar un seguro de viaje en Europa.
Al fin y al cabo, la Tarjeta Sanitaria Europea (TSE) ya garantiza la cobertura del riesgo más probable: atención médica en cualquier país miembro en caso de tener un percance de salud durante nuestra estancia.
Sin embargo, la cobertura de la TSE tiene límites. Además, cuatro de cada seis incidentes en viaje atendidos por las aseguradoras no son emergencias médicas, sino problemas relacionados con retrasos, cancelaciones, robos… Este tipo de incidentes sí están cubiertos por el seguro de viaje en Europa.
Limitaciones de la Tarjeta Sanitaria Europea
La Tarjeta Sanitaria Europea (TSE) te da derecho a recibir asistencia médica pública en cualquier estado miembro de la Unión Europea, más Reino Unido, Suiza, Noruega, Islandia y Liechtenstein. Sin embargo, hay ciertas limitaciones que debes tener en cuenta.
En primer lugar, con la TSE recibirás atención médica cuando la necesites como un vecino más en cualquier país europeo, pero eso no significa que sea igual que en España.
La salud pública de cada estado es diferente. Servicios que son gratuitos en España, pueden ser de pago o estar solo parcialmente cubiertos por el sistema público de otros países. En esta herramienta del Ministerio de Sanidad, puedes comprobar las características de los sistemas sanitarios de cada país europeo.
Otro aspecto importante a tener en cuenta es que, aunque sea un servicio público, es habitual que el hospital o el centro de salud solicite a los ciudadanos no residentes el pago por adelantado de la atención médica.
En este caso, debes abonar de tu bolsillo el tratamiento durante tu viaje. A tu regreso a España, puedes solicitar el reembolso del tratamiento médico a través de la página web de la Seguridad Social.
Deberías saber que, como ciudadano de la Unión Europea, siempre puedes solicitar el reembolso de los gastos médicos de urgencia realizados en países europeos al regresar a España, aunque no tengas la TSE.
Coberturas médicas del seguro de viaje en Europa
Una de las ventajas de contratar un seguro de viaje en Europa es que suple las limitaciones de la Tarjeta Sanitaria Europea (TSE). Las coberturas médicas de una póliza de viaje, por lo general, cubren la atención médica, hospitalaria, quirúrgica y farmacéutica que necesites, pagada por la aseguradora, sin que tengas que poner dinero de tu bolsillo.
No importa si el servicio está cubierto por la sanidad pública del país en el que estés o si es un tratamiento en una clínica privada, siempre que sea necesario. Si vas a hacerte una cirugía estética, no cuenta.
Además, un seguro de viaje en Europa suele incluir otras prestaciones asociadas a la cobertura médica, que no ofrece la TSE, como los traslados al centro médico y a tu alojamiento o el transporte de tus familiares para que te acompañen.
La cobertura más importante por su elevado coste es la garantía de repatriación. Volver a casa puede ser extremadamente caro, incluso desde un país vecino, si necesitas un transporte medicalizado o, por ejemplo, ocupar tres plazas en el avión para viajar con una pierna rota en alto, por poner un caso común.
El seguro de viaje en Europa, más allá de la salud
El 60% de los incidentes en viajes están relacionados con problemas de salud. Del 40% restante, la mayoría son accidentes y el resto tienen que ver con cancelaciones, retrasos, robos y problemas administrativos.
Un seguro de viaje en Europa, por lo general, incluye la cobertura de accidentes y se hace cargo de aspectos como el coste del rescate, la atención médica, la gestión de reclamaciones por responsabilidad civil a terceros, o el pago de indemnizaciones por invalidez.
Si, por ejemplo, planeas una escapada de esquí a Suiza y tienes un accidente en la montaña, tendrás que pagar la mitad del coste de salvamento (o más si supera los 5000 francos). Con un seguro de viaje, está incluido.

¿Qué pasa si no vas a estar esquiando en los Alpes? En el ejemplo de Suiza, sigues teniendo que pagar por la mitad del coste de ambulancia, aunque te hayas caído en una calle de Ginebra. Pero puedes adaptar las coberturas y los límites económicos de tu póliza dependiendo de cómo sea el país al que viajes y de las actividades que vayas a realizar.
Otras prestaciones interesantes que se suelen incluir en un seguro de viajes en Europa son la cobertura de pérdida o robo de tu documentación o bienes personales que puedas sufrir tanto en el hotel como en la calle, así como la recuperación de equipajes extraviados.
Y, por supuesto, uno de los principales quebraderos de cabeza estando de viaje: el coste de los retrasos y cancelaciones en vuelos, trenes y otros medios de transporte. Si tienes seguro, te ahorras pagar los elevados precios de última hora y, en algunos casos, gestionan los trámites por ti.
Lo mismo ocurre si, por cualquier motivo, debes acortar tu estancia y regresar antes de lo previsto. Por no hablar de que, si tienes que cancelar tu viaje antes de salir, el seguro te devuelve el dinero.
¿Cuándo es obligatorio contratar un seguro de viaje en Europa?
Por lo general, no es obligatorio contratar un seguro de viaje en Europa si eres ciudadano de la Unión Europea. Sí es recomendable para viajar con tranquilidad, sabiendo que no tendrás que poner dinero de tu bolsillo si tienes que ir al médico, adelantar tu vuelo de regreso o eres víctima de un robo.
Los ciudadanos extranjeros residentes en España de forma legal, que cuentan con una Tarjeta de Identidad de Extranjero (TIE), también tienen derecho a solicitar la Tarjeta Sanitaria Europea y recibir atención médica pública en otros estados miembros. Eso sí, solo será válida hasta la fecha de validez de su TIE.
Las personas no residentes que necesitan un Visado Schengen para moverse por el espacio europeo están obligadas a contratar un seguro de viaje en Europa que cubra, como mínimo, los gastos médicos que puedan necesitar durante su estancia.