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Los españoles presentan cada vez más reclamaciones y demandas por daños y perjuicios. Para un trabajador por cuenta propia, hacer frente al pago de una indemnización puede suponer el fin de su negocio.
El seguro de responsabilidad civil para autónomos es una herramienta que se activa cuando se inicia un proceso de reclamación por parte de un tercero y cubre el pago de posibles indemnizaciones. También puede hacerse cargo de la gestión de todo el proceso y los costes asociados.
En este artículo, te contamos qué coberturas específicas ofrece un seguro de responsabilidad civil para autónomos, cómo puedes adaptar la póliza a las características de tu negocio, y en qué actividades es obligatorio por ley que la contrates.
Una protección ante accidentes, errores y negligencias
Los trabajadores autónomos ejercen su profesión con un alto nivel de vulnerabilidad ante posibles reclamaciones por daños y perjuicios por parte de terceros.
A diferencia de los empleados, no cuentan con el respaldo de una estructura empresarial que asuma la responsabilidad jurídica ante imprevistos. Los autónomos responden con su patrimonio personal ante los daños ocasionados a terceros.
El seguro de responsabilidad civil para autónomos es una protección pensada específicamente para garantizar que los trabajadores por cuenta propia puedan continuar con su actividad si tienen que hacer frente a las consecuencias económicas de cualquier reclamación por daños personales, materiales y económicos.
Lo más importante del seguro de responsabilidad civil para autónomos es que cubre los daños derivados de errores o negligencias profesionales. En los seguros de responsabilidad civil general, las coberturas no se aplican si se dirime que el incidente fue causado por un error, omisión o negligencia del profesional.
Hay sectores en las que una negligencia puede resultar mortal, como es la salud, la arquitectura, o la albañilería, sin ir más lejos. Pero cualquier profesional puede verse sujeto a una reclamación por incumplimientos de contrato, retrasos en la entrega de trabajos, olvidos en tu servicio o daños reputacionales, por ejemplo.
Coberturas específicas para cada profesional
El seguro de responsabilidad civil para autónomos cubre, básicamente, el pago de indemnizaciones por daños personales, materiales y económicos a terceros que se hayan producido como consecuencia de la actividad profesional del autónomo, ya sea por accidente fortuito, negligencia, omisión o error profesional.
Esta cobertura genérica se especifica en cada póliza para adaptarse a las necesidades de cada autónomo y de su negocio. Y es que los supuestos en los que un fallo propio puede causar daños a un cliente varían significativamente en función del sector de actividad.

No es lo mismo un fontanero que realiza trabajos en viviendas, cuyo mayor interés es garantizar la seguridad durante la obra y los resultados a posteriori; que un abogado con dos trabajadores en su despacho, que necesita protegerse ante incidentes que ocurran en la oficina o a sus empleados.
Las diferentes compañías aseguradoras ofrecen opciones de seguro de responsabilidad civil para autónomos especializadas por colectivos. Por ejemplo, para actividades deportivas, agrícolas, formativas, para profesionales que trabajen con niños y personas mayores o vulnerables, para eventos, para autónomos de servicios informáticos, de comunicación, marketing, consultoría digital, y un largo etcétera.
Algunas de las coberturas flexibles que se pueden incluir en el seguro de responsabilidad civil para autónomos y profesionales son las referidas a derechos de propiedad intelectual (interesante para creativos), confidencialidad, difamación, incidentes con documentación sensible…
Por último, es crucial mencionar la cobertura de gastos de defensa y fianzas. No forma parte de las prestaciones básicas, pero es la otra gran ventaja del seguro de responsabilidad civil para autónomos, junto con el pago de indemnizaciones. Con ambas coberturas, te puedes despreocupar de tener que pagar a abogados, procuradores, afectados… Y suele incluir también consejo legal y gestión de reclamaciones y procesos tanto administrativos como judiciales.
¿Cuándo es obligatorio el seguro de responsabilidad civil para autónomos?
La legislación española estipula ciertas actividades específicas en las que es obligatorio tener un seguro de responsabilidad civil para autónomos para poder ejercer.
Para empezar, hay ciertas profesiones que tienen un alto riesgo de causar daños físicos, como son todos los profesionales sanitarios, desde médicos y enfermeras hasta fisioterapeutas.
En segundo lugar, las profesiones relacionadas con cuestiones legales y financieras, ya que una negligencia puede arruinar la vida de una persona. Esto incluye a abogados, corredores de seguros, intermediarios financieros y administradores concursales.
En el sector de la construcción y las obras públicas, profesionales como arquitectos, aparejadores e ingenieros, tienen obligación de contratar un seguro de responsabilidad civil para autónomos. Sin embargo, en algunas regiones, es suficiente con el seguro por daños que contrata la compañía promotora o la constructora.
También hay obligatoriedad de contratar un seguro de responsabilidad civil para autónomos que tienen agencias de viajes, instalaciones deportivas, locales de ocio y hostelería y, en general, establecimientos abiertos al público.
Los autónomos que se dedican al transporte público o escolar deben tener este tipo de seguro, así como los que se dedican a profesiones como el mantenimiento de ascensores, la instalación de gas, la pirotecnia o la tauromaquia.
La lista de actividades profesionales que requieren de un seguro de responsabilidad civil para autónomos se actualiza constantemente en el Registro de Seguros Obligatorios (RSO). Si tienes dudas sobre tu situación, siempre puedes consultar con tu corredor o agente de seguros de confianza.